Este juego te atrapa por la estética (hecho por el cual lo compré) y desde que lo prendí hasta el momento no defrauda en lo más mínimo. El arte en general es el gran destacable de Ori. Lo mejor que la coordinación de ambiente e imagen como así también el diseño del arte en todo momento tiene una perfecta armonía.
En un primer momento, la jugabilidad me fue una primera traba, en un arte tan producido no tenía suficiente contraste para el plataformeo y los movimientos del personaje me eran muy limitados, sobre todo el salto en largo, que en un principio me costo dominar.
Pero, ese escollo paso a segundo plano y le tomás la mano y te vas dando cuenta de todas las señales del juego como por ejemplo cuando podes atacar a los rivales o si estos quedan fuera de tu rango.
Como todo "metroidvania" Ori va ganando habilidades, y es un delicioso camino de ida. El juego pasa a ser muy atrapante y ofrece variables todo el tiempo, como dominar el entorno mediante un orbe que se tiene que cargar, y estos tienen diferentes efectos. También, conforme se destraban las misiones, el entorno del mapa también cambia y la interacción con este. Básicamente una genialidad en la versatilidad que ofrece todo el juego.
El mapa es enorme, pero podes seguir la ruta más obvia e ir por la misión principal sin problemas. No es en exceso complicado pero tampoco es simple como para aburrirse. Es más, por momentos para acceder a ciertos ítems exige de una buena mano o haber adquirido muchas habilidades que en conjunto te ayudarán a llegar al objetivo.
En pocas palabras, muy divertido y super recomendable si lo tuyo son los metroidvania. (no lo dejes de jugar cuando los primeros saltos no los entiendas bien, dale un tiempo y vas a ver, no te va a decepcionar, es más vas a terminar llorando)

Resumen
Imagen : 5/5
Música, ambiente y efectos: 5/5
Jugabilidad: 4/5
Diseño: 5/5
Duración: 4/5