Install Steam
login
|
language
简体中文 (Simplified Chinese)
繁體中文 (Traditional Chinese)
日本語 (Japanese)
한국어 (Korean)
ไทย (Thai)
Български (Bulgarian)
Čeština (Czech)
Dansk (Danish)
Deutsch (German)
Español - España (Spanish - Spain)
Español - Latinoamérica (Spanish - Latin America)
Ελληνικά (Greek)
Français (French)
Italiano (Italian)
Bahasa Indonesia (Indonesian)
Magyar (Hungarian)
Nederlands (Dutch)
Norsk (Norwegian)
Polski (Polish)
Português (Portuguese - Portugal)
Português - Brasil (Portuguese - Brazil)
Română (Romanian)
Русский (Russian)
Suomi (Finnish)
Svenska (Swedish)
Türkçe (Turkish)
Tiếng Việt (Vietnamese)
Українська (Ukrainian)
Report a translation problem
En un campo de batalla imaginado, donde el coraje y la absurda épica se entrelazan, se alza el nombre de Xivers, un héroe insólito de la legendaria Guerra de Mis Dos Huevos. Aunque el conflicto no figure en los libros de historia ni en los mapas, su legado queda grabado en el corazón de quienes se atreven a soñar con gestas imposibles.
Xivers, con su casco improvisado y su espíritu indomable, no peleó por banderas ni fronteras, sino por principios tan únicos como él mismo. Entre risas y caos, mostró que la verdadera fortaleza no radica en la victoria, sino en levantarse una y otra vez, incluso cuando el universo parece conspirar para derribarte.
Que este texto sea un tributo a un pibe que, en la extravagancia de su lucha, nos enseñó que la vida es mejor cuando se vive con audacia, humor y un corazón tan grande como la causa más absurda. Xivers, siempre serás el campeón de las tierras donde reinan la imaginación y la gloria. 🌟