Instalar Steam
iniciar sesión
|
idioma
简体中文 (chino simplificado)
繁體中文 (chino tradicional)
日本語 (japonés)
한국어 (coreano)
ไทย (tailandés)
Български (búlgaro)
Čeština (checo)
Dansk (danés)
Deutsch (alemán)
English (inglés)
Español de Hispanoamérica
Ελληνικά (griego)
Français (francés)
Italiano
Bahasa Indonesia (indonesio)
Magyar (húngaro)
Nederlands (holandés)
Norsk (noruego)
Polski (polaco)
Português (Portugués de Portugal)
Português-Brasil (portugués de Brasil)
Română (rumano)
Русский (ruso)
Suomi (finés)
Svenska (sueco)
Türkçe (turco)
Tiếng Việt (vietnamita)
Українська (ucraniano)
Comunicar un error de traducción
Al principio, todo parecía normal. Hablábamos como si nada hubiera pasado, e incluso jugamos algunas partidas juntos. Me dijo que había reflexionado mucho sobre sus actos, que ahora era otra persona, que solo quería recuperar nuestra vieja amistad. Decidí darle una oportunidad.
Pero en medio de una partida, justo antes de un clutch, lo escuché por voz decir: "¿Te acuerdas de aquella noche?" Me congelé por un segundo, sintiendo esa misma incomodidad de hace años. No dudé. Le metí un noscope con la AWP y, esta vez, lo bloqueé para siempre.
Moraleja: puedes perdonar, pero nunca olvides.