me gusta este juego esta bueno
Como muchos aspectos en la vida, las soluciones no van a llegar de la noche a la mañana. Da igual lo que hagas, quién sea tu profesor o que te leas 20 libros de ajedrez en una semana. Juega con frecuencia al ajedrez, al menos cada dos o tres días. Y si es posible partidas que no sean rápidas pero tampoco solo lentas (como solemos recomendar en general). Lo importante en este momento es que juegues mucho pero no a lo loco. Estudia los principios que rigen las aperturas. Esto es importante para que, aunque no sepas jugar sistemas de apertura, puedas jugar cualquiera sin miedo a quedar peor enseguida. No vas a convertirte en Magnus Carlsen ni en un teórico de ajedrez, pero te ayudará lo suficiente para salir airoso de esta fase de la partida.
No olvides los finales. Especialmente los finales de peones y de torres. Aunque nada más empezar con tu estudio puedes mantenerlos en un segundo lugar para que vayan ganando protagonismo poco a poco.
Realiza ejercicios de táctica todas las semanas.
Una vez lleves uno o dos meses haciendo lo anterior. Empieza a interesarte por cuestiones de estrategia elemental, aprendiendo los principios que rigen la creación de planes.