1 person found this review helpful
Recommended
2.9 hrs last two weeks / 75.6 hrs on record (19.0 hrs at review time)
Posted: 17 Oct @ 9:24am
Updated: 17 Oct @ 9:26am

"Álzate, hijo de Guilliman."

He tenido que esperar trece largos años para ver la continuación de la historia de Titus. Y debo decir, con toda la razón del mundo, que ha valido la pena. Han sido trece años de lamento, pues con la caída de THQ y con la posterior revelación de que iba a haber más entregas, todos nos quedamos huérfanos de la que podía ser una gran historia ubicada en WH40K.

Y ahora, al fin, no solamente tenemos la más gloriosa de las secuelas, si no que todo apunta a que habrá más y más de esto que nos han dado, que no es poco precisamente.

No entraré a describir todo lo bueno que tiene el juego, hay otros miles de comentarios que ya lo han hecho fenomenal. En lugar de eso, os contaré mi historia y por qué la saga "Space Marine" es tan importante para mi.

Todo empezó en 2011 con el lanzamiento de la demo del Space Marine original en Steam. Por aquél entonces yo, gamer desde siempre, no había tocado nada que tuviera que ver con Warhammer 40K. Conocía la existencia del wargame de mesa, tanto Fantasy como 40K, pero siempre lo había pasado por alto. No había ninguna razón en particular.

Pero cuando probé esa demo, esa mísera demo que dejaba jugar un nivel del primer juego, algo despertó mi interés. ¿Quienes eran estos tíos con armaduras gigantescas azules? ¿Por qué parecían y eran TAN heroicos? ¿Qué tipo de Imperio era aquél del que no paraban de hablar? ¿Y por qué había esa sensación de que todo era absurdamente gigante, titánico y descorazonador? Ese ambiente neogótico, decaído, pero a la vez glorioso, a un soplo de caer ante fuerzas incontenibles, hizo que, a la espera de que saliera el juego, me dirigiera a mi librería de confianza. Ahí, para mi sorpresa, había toda una sección reservada para Warhammer, especialmente 40.000. Vi un libro enorme con el título "ULTRAMARINES" bien grande, era un ómnibus, en concreto las andanzas de Uriel Ventris. Leí la sinopsis, quería comprarlo. Al ver el precio me dolió en la cartera, pero decidí jugármela.

Cuando llegué a casa y empecé a leer, lo que siguieron fueron semanas, meses y hasta años de una obsesión que rozaba lo fanático y enfermizo. Cayó la saga de Ventris, pero ese fue solamente el primer paso. A medida que devoraba libros de 40K me pasaba el primer Space Marine. Al poco tiempo me compré mi primera caja de Marines Espaciales. Me llegué a obsesionar también con el milenio 30, la Gran Cruzada y la Herejía de Horus. Luego, también jugué la saga Dawn of War y después, prácticamente cualquier videojuego con la etiqueta de 40K en su título. Todo ese proceso culminó conmigo decidiendo cuál de los capítulos astartes era mi favorito:

Los Ángeles Oscuros.

Desde entonces hasta día de hoy, los Hijos del León, verdes y dorados, siempre han sido mi inspiración última en lo que a Marines Espaciales se refiere. (Incluso con los memes que ello despierta a veces, que nos conocemos.)

Hoy, precisamente acabando de leer las últimas páginas del libro "Lion El'Jonson, Hijo del Bosque", he terminado justamente Space Marine 2. Y no puedo evitar sentir en mi interior que un ciclo se ha completado, que vuelvo a amar este universo más que nunca.

Leo por Steam y por las redes en general que este juego, Space Marine 2, ha sido la puerta de entrada a una nueva legión de fans a Warhammer 40.000. Creo, honestamente, que no podrían haber tenido un mejor inicio.

Nos vemos en las Operaciones cooperativas y en la Guerra Eterna en PVP.
Si a través del campo de batalla veis un Ángel Oscuro, verde bosque y cubierto de sangre enemiga, seré yo.

¡Por el Emperador! ¡Por el León!
Was this review helpful? Yes No Funny Award