Damn virgins

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Damn virgins - Guía oficial Español
By pelicuego
Guía completa en español. Aquí se explica todo lo necesario para completar el videojuego con todos los finales posibles.
   
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Otra vez tarde, los chicos se habían ido al examen y me habían vuelto a dejar tirado. Pero esta vez era diferente, era el último exámen para terminar la carrera y licenciarnos de una vez.
Me desperté algo aturdido pero por suerte Igor me ayudó a aclararme. Fui a la puerta principal de la casa e intenté abrirla pero recordé que tenía que ducharme. Una vez duchado volví a la puerta pero tonto de mí recordé que no había desayunado.

Me dirigí a la cocina y vi que tenía un candado para evitar que el vigoréxico de la casa se comiera toda la comida. Sabía que la llave estaba en algún lugar así que después de un rato buscándola, la encontré en la cisterna del inodoro. Al abrir la nevera encontré varias cosas interesantes, entre ellas un pollo de parecidas dimensiones a Kiwi.

Volví a intentar salir por la puerta principal para coger mi bicicleta e irme a toda prisa al examen, pero estos despistados habían cerrado con llave. La única otra salida era a través de la puerta del garaje, pero estaba blindada ya que a Bernardo no le gusta vernos husmear por allí. Decidí hablar con Igor para que me dijera la contraseña ya que él está al corriente de todos los asuntos de Bernardo. Igor, como siempre, quiso sacar tajada del asunto y me pidió comida a cambio. En concreto a Kiwi, nuestro hámster mascota. Yo me negué en redondo pero tenía que buscar una solución que satisficiera a ambas partes. Decidí buscar algo de comida que se pareciera a un hámster para engañar a Igor y conseguir la contraseña. Decidí ver si colaba y mostré el pollo a Igor combinandolo con el acuario. Igor se tragó el engaño y me dijo que la contraseña estaba en la piscina. En el despacho utilicé el ordenador de Bernardo, leí el correo de Igorina y contesté.

Fui a la piscina de la casa y pude ver un símbolo muy grande con la letra PI, la contraseña era 3.14. Al entrar en el garaje decidí cumplir mi promesa y dar el falso Kiwi a Igor. Después, haciendo caso omiso del cartel de averiado, apreté varias veces el botón de apertura de la puerta del garaje. El gancho de la puerta explotó y lo cogí. Salí del garaje y di algunas vueltas para encontrar algo que me sirviera para arreglar la puerta del garaje. Al entrar en el garaje de nuevo, vi que Igor había hecho sus deposiciones. Al recogerlas encontré el esqueleto del pollo. Me fijé en él y vi que una de las costillas estaba algo suelta. Al interactuar con ella se desprendió y pude ver que tenía forma de gancho. Cogí la base del gancho que había explotado y la combiné con el pegamento que Igor me había hecho coger. Después combiné la base del gancho pegajosa con la costilla desprendida y recompuse el gancho de nuevo. Antes de volverlo a colocar en el motor ♥♥♥♥ algo de grasa que había cogido en el baño para que no se volviera a encallar el sistema.

Mi chapuza tuvo éxito y pude salir al porche para descubrir que algún desaprensivo de la casa se había llevado mi bicicleta. Necesitaba un nuevo medio de transporte. Comprobé el coche y vi que tenía una rueda desinflada entre otros problemas. Comprobé también el helicóptero y vi que le faltaba gasolina. Hablé con Igor y me dijo que él sabía dónde había pero que tenía que jugar con él a un juego y ganarle. Era otra de sus estratagemas para que le siguiera dando comida pero acepté. Como siempre, Igor empezó a hacer trampas utilizando sus poderes telequinéticos. Tras varios intentos de ganarle fallidos decidí buscar alternativas y apreté la palanca del panel de control. Las pantallas se encendieron y pude monitorizar las constantes de Igor entre otra información importante. Me ♥♥♥♥ a jugar y advertí que cuando seleccionaba el cubilete correcto Igor se ponía nervioso y su ritmo cardíaco aumentaba. Ya tenía la manera de ganarle! Por desgracia, a la tercera tirada la máquina se estropeó. Al inspeccionar el panel con más detenimiento pude ver que una de las placas conectadas a la placa base hacía mala conexión. Aún sin conocimientos, me decidí a arreglar yo mismo el panel. Para ello busqué por la casa algo que me sirviera para hacer que la placa volviera a conectar bien.

Encontré en el inodoro un chicle pegado a él. Intenté quitarlo con mis manos sin éxito pues llevaba mucho tiempo allí. Hice palanca con una espátula que encontré en la cocina y pude conseguir el chicle. Intenté engancharlo a la placa pero estaba demasiado duro, necesitaba reblandecerlo. Se me ocurrió que podría volver a sacar provecho de la glotonería de Igor y se lo di para que lo masticara. Después de un rato vagando por la casa volví a entrar al garaje y vi que Igor había vuelto a hacer sus deposiciones. Cogí el chicle esta vez mascado y pude combinarlo con éxito con la placa. El sistema volvió a funcionar y gané a Igor a su maldito juego. Me entregó su mayor tesoro: el anillo de compromiso que quería regalar a Igorina cuando la conociera. El anillo era un premio secundario, pues mi mayor interés estaba en saber dónde había gasolina. Pregunté a Igor y me dijo que me había engañado porque se aburría, no sabía dónde había gasolina. Llamé entonces a Bernardo con el teléfono del salón para chivarme de lo mal que se estaba portando Igor.
Arregla el coche
Tras recomponerme de la paliza que me dieron los chicos, me dispuse a arreglar el coche para ganar la carrera. Fui a ver a Bernardo al laboratorio. Hablando con él descubrí qué era lo que necesitaba para construir el cohete. En el salón encontré unos caramelos de menta y en la nevera latas de cola. Combinados, darían lugar a una gran reacción así que le di los dos objetos a Bernardo. Ya en el garaje hablé con Bernardo y me dijo que necesitaba una batería nueva. Me ♥♥♥♥ a buscar por la casa pero no la encontré. Durante la búsqueda, volví a entrar en el laboratorio y, esta vez sin Bernardo mirando, pude coger el martillo y las pilas. Al pasar por el despacho vi que había un correo de Igorina y lo contesté.
Habitación de Hugo
Combiné las pilas con el mando a distancia que había encontrado en el sofá detrás del cojín. De vuelta en el salón combiné el mando de la tele con la tele y para mi desgracia el estúpido robot de Bernardo cobró vida y terminó tirando la urna con las cenizas de la abuela de Hugo. Intenté coger los restos pero estaban demasiado afilados. Entonces recordé que teníamos un robot aspirador en el despacho. Al activarlo se fue directo al salón. Le seguí pero había desaparecido al igual que las cenizas de la abuela. Volví a la estación de carga y al abrir el aspirador encontré una llave entre los restos de la abuela. Al pasar por el despacho vi que había un correo de Igorina y lo contesté. Usé la llave para abrir la habitación de Hugo
Arregla el coche 2
Dentro de la habitación encontré unas pastillas, una tarjeta de crédito y un cuento. Abrí el baúl que estaba a los pies de la cama y encontré una batería. Fui al coche, abrí el capó y coloqué en el motor la batería. Ya sólo me quedaba combinar los cables de la batería al cohete y la manguera del cohete al depósito del coche. Hablé con Bernardo y me dijo que necesitaba un neumático nuevo. Mencionó la existencia de una isla misteriosa. Me dispuse a utilizar el observatorio a ver si conseguía encontrarla a lo lejos pero necesitaba Monkeycoins. Descubrí en un compartimento del acuario una hucha con forma de cerdito, la recaudación del observatorio!

Intenté coger el cerdito pero Igor estaba mirando y si lo hacía se chivaría a su legítimo dueño. Con los cambios de humor que tiene Bernardo, lo mejor sería encontrar una manera de despistar a Igor y coger la hucha. Después de darle unas vueltas, presté atención al sistema de refrigeración del acuario. Coloqué una de las tuberías en el sumidero del congelador y conecté la otra a esa tubería. Al girar la tubería superior que quedaba, me di cuenta de que podía hacer que circulara agua a través del congelador y que enfriara el acuario de tal manera que Igor entrara en letargo. Pero, para conseguir la suficiente presión, necesitaba hacer un agujero en la puerta del congelador. Al ver que la puerta era de cristal, recordé que Igor me había dado un anillo de diamantes. Lo utilicé para hacer un agujero en el cristal. Abrí la válvula inferior, después la superior y conforme se enfriaba el tanque Igor se congeló. Una vez Igor estaba KO podía ejecutar mi plan y robé el cerdito. Antes de continuar descongelé a Igor utilizando la válvula en las tuberías de agua caliente.

Combiné el martillo con el cerdito que había robado para luego combinar las monedas con el observatorio. Al utilizar el observatorio eché un ojo por la ciudad pero no vi nada. Recordé que en el laboratorio de Bernardo había un mapa y fui a verlo. En él descubrí que al noreste de la casa había una isla misteriosa. Volví a utilizar el observatorio y encontré la isla. A lo lejos pude ver que había neumáticos así que decidí que tenía que buscar un transporte para viajar a ella
Viaje a Isla apestosa
Contesté el correo de Igorina y me dirigí al salón. Escuché lo que parecía una avioneta y le siguió un gran estruendo que provenía de la terraza. Al salir a la terraza descubrí que nos habían estafado. Decidí aplazar la decisión de decírselo a Igor o no y me centré en conseguir un transporte.

Fui al porche y cogí un patito de goma, me dirigí a la terraza y lo coloqué en el surtidor del tanque de gas, encajó perfectamente. Combiné las cuerdas de la caja donde había llegado Igorina con el patito que había colocado en el surtidor. Fui al laboratorio y pulsé la palanca de la pared. El pato se hinchó y un globo apareció. Antes de utilizar el globo decidí si debía darle a Igor la mala noticía y desde aquel momento todo cambió
Decisiones: Se lo conté a Igor
Se lo conté a Igor, decidí que debía saberlo, pero mis actos tuvieron consecuencias. Igor se puso muy triste y ya no pude volver a hablar con él. Tras varios intentos desistí y me monté en el globo muy arrepentido. Al llegar a la isla apestosa vi un par de camisas hawaianas y un neumático amarrados a una cuerda. No pude cogerlos pero al fijarme en el montón de basura vi que habían neumáticos así que decidí subir a la montaña para poder cogerlos. Me adentré en la isla y llegué a la entrada de una cueva custodiada por un perro. Intenté entrar pero el perro me gruñó. Cogí el filete que había cogido en la nevera y lo combiné con los somniferos que había en la habitación de Hugo, con la intención de dormirle. Le dí la mezcla y se la comió pero no surtió efecto. Desesperado, recordé que tenía unos cuentos para niños y me ♥♥♥♥ a leerlos. El perro cayó redondo.

Entré en la cueva y di una vuelta para familiarizarme con ella.

Me costó un poco ya que era muy grande, pero cuando lo hice, localicé fácilmente varios lugares interesantes. Primero encontré una sala inundada con lava que parecía estar protegiendo algún tesoro. Después, encontré un plató de televisión y cogí una cuerda. Más tarde, en la zona más profunda de la cueva, encontré un troll muy extraño y con cara de pocos amigos, por suerte estaba atrapado. También encontré una habitación un tanto extraña que parecía habitada. Había un colchón sucio con un libro encima de él. Combiné los cuentos con el libro y me ♥♥♥♥ a hojearlo.

Rápidamente asocié los símbolos de la segunda página con los símbolos que había visto en la sala de lava. Al leer por completo el libro vi que al final había un número de lotería que parecía esconder algo más. Me ♥♥♥♥ a mirar con detenimiento los peldaños de la sala de lava y me di cuenta de que eran seis, como el número de dígitos en el billete de lotería. Utilizando de guía los símbolos de la segunda página del libro pude resolver el enigma. Al llegar al otro lado cogí del esqueleto un brazo y la calavera. Miré la calavera y vi que tenía algo brillante en la boca, al interactuar con ella la lengua se desprendió. Revisé el resto de cuevas y encontré una pared donde había una cara muy grande con la boca abierta. Combiné la lengua con la cara y encajó a la perfección. Al interactuar con ella, una puerta se abrió. Subí la cuesta y encontré una sala extraña con un montón de pantallas, nos estaban espiando! Seguí subiendo y llegué a lo más alto de la montaña, pero me separaba un precipicio. Vi en la pared una ranura donde parecía encajar una palanca. Combiné el brazo del esqueleto con la ranura y luego la utilicé. Al hacerlo se subió el puente con tan mala suerte que la del troll también se subió.

No tenía tiempo que perder, el troll se acercaba. Cogí el brazo del esqueleto y me fui al otro extremo de la cueva. Coloqué el brazo en la otra ranura y lo utilicé. Al bajar el puente apareció el troll y se cayó al foso. Utilicé de nuevo el brazo para irme con tan mala suerte que se rompió. Cogí el hueso restante y salí al exterior. Vi que los neumáticos eran inaccesibles, la operación había sido un completo fracaso. Me ♥♥♥♥ a pensar cómo salir de aquella situación y eché un ojo al inventario. Combiné los dos huesos con la calavera y me di cuenta de que podían servir para deslizarme por el tendedero. Utilicé el invento con el tendedero y pude llegar a la orilla. No fue un aterrizaje perfecto y el tendedero se rompió, liberando el ancla. La cogí y vi que había una barca que antes no estaba.

Al llegar a casa me decidí a bajar a la piscina y conseguir ese dichoso neumático. Primero debía detener la cascada. Me fijé en el molino y vi que estaba conectado a la rueda de andar de Kiwi. Cogí su bebedero y me lo llevé a la cocina para llenarlo de agua combinándolo con el grifo. Se lo di a Kiwi y se paró a beber, dejé de escuchar la cascada por un momento pero acto seguido Kiwi volvió a montarse y la cascada volvió a funcionar. Cogí de nuevo el bebedero y volví a la cocina. Lo volví a rellenar de agua pero esta vez lo llené también con proteínas que había en un armario de la cocina. Al dárselo a Kiwi se volvió loco y el molino explotó. Sólo me quedaba vaciar la piscina para bajar, pero no llegaba al tapón.

Al echar un ojo a mi inventario vi que tenía el ancla que había cogido en la isla y el llavero de la nevera. Los combiné y construí una caña de pescar rudimentaria. Se me ocurrió lanzar el ancla al tapón de la piscina pero Igor estaba en su acuario triste y ya no salía a la piscina por lo que no serviría de nada. Debía buscar una manera de hacer que olvidara a Igorina. Me ♥♥♥♥ a leer el diario y presté especial atención a un fragmento en el que su autor contaba lo que le sucedió con unos hongos extraños que había en la cueva. Recordé que en la cueva del troll habían unas setas pero no era capaz de cogerlas con él ahí. Ahora que el troll estaba atrapado, podría ir a cogerlas. Una vez estaban en mi poder se las di a Igor y le libré de su pesada carga

Lancé el ancla al tapón e Igor se lo comió estirando el tapón y haciendo que la piscina se vaciara. Bajé, cogí el neumático y eché un vistazo en la cueva.

Coloqué el neumático en el coche y todo terminó.
Decisiones: Me apiadé de Igor
Decidí que no debía contárselo a Igor, así que me monté en el globo. Al llegar a la isla apestosa vi una barca en el muelle. También vi un par de camisas hawaianas y un neumático amarrados a una cuerda. No pude cogerlos pero al fijarme en el montón de basura vi que había neumáticos así que decidí subir a la montaña para poder cogerlos. Me adentré en la isla y llegué a la entrada de una cueva custodiada por un perro. Intenté entrar pero el perro me gruñó. Cogí el filete que había cogido en la nevera y lo combiné con los somniferos que había en la habitación de Hugo, con la intención de dormirle. Le dí la mezcla y se la comió pero no surtió efecto. Desesperado, recordé que tenía unos cuentos para niños y me ♥♥♥♥ a leerlos. El perro cayó redondo.

Entré en la cueva y di una vuelta para familiarizarme con ella.

No me costó mucho ya que parecía que habían zonas cerradas. Localicé varios lugares interesantes. Encontré una habitación un tanto extraña que parecía habitada. Había un colchón sucio con un libro encima de él. Combiné los cuentos con el libro y me ♥♥♥♥ a hojearlo. Deambulé por la cueva y encontré tres glifos sumados al que había cogido en la caseta del perro. Entré en una cueva con un puente y lo crucé. Utilicé la vagoneta que encontré en la siguiente cueva. Al llegar encontré una sala con tres columnas y una compuerta. Coloqué el glifo “Sol” en la puerta, el glifo “Lobo” en la columna inferior y los otros dos en las superiores. La puerta se abrió liberando una gran cantidad de agua. Dentro coloqué el libro en el pilar y otra compuerta se abrió. Tres engranajes aparecieron y recordé haber visto sus símbolos en el libro del perturbado. Relacioné las ruedas con la frase “siete vírgenes para siete dioses” y coloqué el número :| a los lados y los símbolos “virgen” y “dios” en la central. Salí de la cueva a toda prisa ¡el cielo había oscurecido!

Cogí el globo para ir a casa y todo terminó.