Este auto cuenta con su corte de inyección que se sitúa en 6.900 revoluciones por minuto, y no en 6.750 como en el Bugatti Chiron convencional, es una maravilla de la ingeniería, propulsado por un motor W-16 quad-turbo de 8.0 litros acoplado a una transmisión de doble embrague de 7 velocidades. Esta poderosa combinación ofrece un rendimiento impresionante, con una potencia máxima de 1500 caballos de fuerza y ​​un asombroso par máximo de 1600 Nm. Todo esto y el extra aerodinámico antes comentado hacen que su velocidad máxima sea de 'tan sólo' 350 kilómetros/hora. Bugatti ha tomado este camino con el fin de demostrar que también son capaces de crear hypercars que se defiendan con soltura más allá de las rectas.