Carlomagno, también conocido como Carlos el Grande, fue un rey de los francos y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Nació en el año 742 o 747 en lo que hoy es Bélgica y murió en el año 814. Fue coronado rey de los francos en 768 y expandió el reino franco, estableciendo el Imperio Carolingio.

Carlomagno nació en una familia noble de los francos, hijo de Bertrada de Laon y Pipino el Breve, mayordomo de palacio del rey Childerico III.

En 768, Carlomagno sucedió a su padre como rey de los francos y comenzó a expandir su reino. Conquistó los territorios de ávaros, bávaros, lombardos y sajones, y arrebató ciudades y fortificaciones al Imperio bizantino y al Emirato de Córdoba. En 774, fue nombrado rey de Italia y, en 800, fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Carlomagno fue un líder visionario que promovió la educación, la cultura y la reforma religiosa. Estableció la minúscula carolingia, una forma estandarizada de escritura que más tarde se convirtió en la base de los alfabetos impresos europeos modernos. También instituyó reformas económicas y religiosas, y fue una fuerza impulsora detrás del Renacimiento carolingio, un período de renovado énfasis en la erudición y la cultura.

Carlomagno murió en el año 814 y fue enterrado en la catedral de Aquisgrán. Su imperio se dividió entre sus herederos y entró en declive debido a las disputas entre ellos, que derivaron en guerras civiles. A finales de los 800, el imperio carolingio se había disuelto. Sin embargo, el legado de Carlomagno sigue siendo importante en la historia de Europa, ya que unió a la región por primera vez desde la caída del Imperio Romano y provocó el Renacimiento carolingio.