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Bocanegra se unió a la expedición de Francisco Pizarro en 1530 y participó en la captura del emperador inca Atahualpa en Cajamarca en 1532. También estuvo presente en la fundación de la ciudad de Lima en 1535 y se convirtió en uno de los primeros vecinos de la ciudad.
En 1536, Bocanegra se unió a la expedición de Diego de Almagro a Chile, pero regresó al Perú después de la muerte de Almagro en 1538. Se convirtió en un terrateniente y encomendero en el valle de Jauja y participó en la rebelión de Gonzalo Pizarro contra las autoridades españolas en 1544.
Bocanegra murió en 1562 en Lima, Perú. Aunque no es tan conocido como algunos otros conquistadores, jugó un papel importante en la conquista y colonización del Perú.