Besito. A este buen hombre que por matar 10 con tiro a la cabeza llora kick de un casual y me caga la misión jajaja. Saludos buen hombre. Y recorda esta cuenta decime en 5 años a ver si me bannearon.

CUENTA NUEVA AGREGAME NEGRO

Y así nos pasamos el fin de semana completo, corriendo por la playa, jugando Ping Pong junto al Dragón de Komodo de Don Francisco y comiendo paila marina con ALF, además de bailar la batidora con mi polola y consumir drogas con el gran Don Francis.

Para finalizar me gustaría recalcar que Don Francisco se enamoró de una Estrella de Mar con cabeza de morsa y se casaron en una iglesia lejana, creo que fue en las Vegas.

Bueno eso resume mi fin de semana, grandioso a decir verdad y sumamente distinto.

Ya en la carretera, cantando algunas canciones de Los Tetas y tomando Melón con Vino, nos pasó algo sorprendente. Llegó un Dragón de Komodo montado por Don Francisco; así es, el mismo gordo que anima el famoso programa Sábado Gigante, quién nos saludó y nos siguió hacia la playa en su enorme dragon.

Cuando llegamos a la playa, nos propusimos a realizar cualquier actividad desnudos, lo que me ayudó a descubrir algo sobre mi polola que hasta ese momento no tenía idea. Mi polola se empezó a sacar la ropa y PLAM!! su cuerpo no era humano, sino que era de crustáceo, más bien de langosta. Esto no me importó mucho, es más, encontre genial que mi novia sea una langosta con cabeza de mujer.

Eran las 11:00 de la mañana y sonaba el despertador, lo que me decía que era hora de despertarme, hacer mi bolso, ducharme y esperar a mi polola que me pasaría a buscar a las 11:45 en punto.

Lo que pasa es que nos vamos por un fin de semana entero a la playa, lo que significaba entre otras palabras un fin de semana de descontrol; trago, baile, mucho trago, mucho baile, mucho mucho trago, mucho mucho baile, sexo y drogas, y muchas drogas y mucho mucho sexo.

Mi polola me había pasado a buscar a las 12 hrs en punto y justo antes de subirme a su auto y partir el viaje nos empezamos a fumar un petete.

El olor era tan fuerte que incluso llegó Alf a pedirnos un par de fumadas, y nosotros como no somos mala gente lo invitamos a fumar. Después de fumar un poco emprendimos los tres el viaje; yo, mi polola y Alf.

gordo wallero