Esta persona me invitó a su casa hace unos meses, nosotros vivíamos en la misma ciudad. Cuando llegué a su casa no había nadie y las condiciones de su casa eran horribles. La heladera estaba abierta y cuando me fijé habían gatos apuñalados. Me asusté demasiado pero la puerta se cerró sola en mi cara. Escuché ruidos de una compuerta en la que parecía un sotano, la abrí con una linterna que encontré tirada y hacia mi fue arrojado un olor a putrefacción increible. Cuando alumbré con la linterna había una especie de feto deforme de aproximadamente un metro que comía una anciana desgarrada. Cerré la compuerta e intenté escapar pero me atrapó, le pegué una patada en la panza pero su grasa absorbió mi pierna y se la comió. Ahora mismo, me estoy desangrando esperando mi muerte.