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1. Para intentar esta técnica, el hombre deberá de estar muy relajado y hacer a un lado todos los prejuicios homofóbicos, ya que es perfectamente normal que sienta placer en esta zona porque de ahí nace el pene.
2. Se debe comenzar el masaje en el perineo y los bordes del ano para relajarlo y excitarlo. Una vez que lo logres, la penetración en sí debe ser muy suave.
3. Cuando ya hayan llegado ahí, habrán descubierto el punto G del hombre, que lo harán experimentar pequeños espasmos, por lo que ella deberá detener la penetración hasta que se reduzcan los mismos.
4. Al encontrar el punto G, masajea la zona de manera suave. Con este masaje, muchos hombres pueden experimentar un orgasmo, aunque algunos quizá necesiten más estimulación en el pene o en la boca.
5. Recuerden que para lograrlo, el hombre es quien debe estar relajado, dejar al lado las creencias o tabúes de que está mal ser puto y disfrutarlo.