No es que quiera que nos entendamos, que seamos amigos, que hablemos o que estemos juntos. No necesito que me entiendan. Sé que no lo harán y no deseo que lo hagan. Lo que busco es algo más duro y severo. Quiero saber. Quiero entender. Quiero saber para poder sentir alivio. Quiero paz mental, porque la ignorancia es absolutamente aterradora. La comprensión completa es algo tan moralista, egoísta y arrogante de desear. Es despreciable y repulsivo, en realidad. Estoy más que disgustado conmigo mismo por quererla.
Pero si... si pudiéramos sentir lo mismo...
Si pudiéramos imponernos esa horrible auto complacencia, si hubiera algún tipo de relación que pudiera permitir esa arrogancia...
Sé que algo así es absolutamente imposible. Apuesto a que nunca alcanzaré algo así.
Estoy seguro de que las uvas que están fuera de mi alcance están agrias.
Pero no necesito frutas dulces como las mentiras. No necesito falsas comprensiones ni relaciones falsas.
Lo que quiero son esas uvas agrias.
Aunque sean agrias, aunque sean amargas, aunque tengan mal sabor, aunque sean puro veneno, aunque no existan, aunque no las pueda conseguir, aunque no me sea posible permitir lo que quiero…
“Aun así…” La palabra salió de mí sin que yo la quisiera, e incluso yo podía oírla temblar.
“Aun así, yo…” Luché contra el sollozo que casi se me escapó y traté de tragarme el sonido junto con el resto de la frase, pero ambos salieron en fragmentos. Me castañetearon los dientes y tenía la garganta apretada cuando las palabras salieron de mi boca de todos modos.

“!Quiero… algo GENUINO¡”